A los meses siguientes dentro del marco del convenio cultural entre la Primera y Décima Región el Gobierno Regional de Tarapacá nos financió una gira por Puerto Montt y sus comunas.
Aquí tuvimos otra experiencia inolvidable y que debe quedar registrada: fue esa función realizada en el enorme gimnasio de la población Chile-Barrios, donde el escaso público, como si fuera una plaza, entraba y salía de él con bicicletas y motos mientras se daba la función, y desde afuera los muchachos tiraban enormes piedras al techo del gimnasio, mientras en el interior todo se movía como un verdadero terremoto. Contrastó esto con la experiencia en el Teatro Municipal Diego Rivera de Puerto Montt donde el público vibró, valoró y aplaudió la puesta en escena.
Aquí tuvimos otra experiencia inolvidable y que debe quedar registrada: fue esa función realizada en el enorme gimnasio de la población Chile-Barrios, donde el escaso público, como si fuera una plaza, entraba y salía de él con bicicletas y motos mientras se daba la función, y desde afuera los muchachos tiraban enormes piedras al techo del gimnasio, mientras en el interior todo se movía como un verdadero terremoto. Contrastó esto con la experiencia en el Teatro Municipal Diego Rivera de Puerto Montt donde el público vibró, valoró y aplaudió la puesta en escena.